La película de Charles Chaplin de “Tiempos Modernos” es un reflejo irónico de la sociedad de la depresión de 1939.
La ironía es sin duda uno de los métodos que Chaplin supo explotar al máximo en esta película, para que el espectador pueda sentir realmente lo que suponía el cambio industrial, el paso a la modernidad donde el tiempo y su rentabilidad es lo más importante.
Mediante el uso de la ironía, el personaje principal nos intenta mostrar, en términos exagerados, cómo se vive el boom de la industria de los años 1939 con la producción encadena. Para ser más detallados, daremos ejemplos concretos:
· De su trabajo en la fábrica, sacamos en conclusión que el trabajo era repetitivo y muy rápido. El ser humano podía ser considerado como una máquina que hacía siempre el mismo trabajo, y al que intentaban que tuviera el menor tiempo de descanso posible, para sacar así el mayor rendimiento. Fruto de ello, vemos cómo al cabo de la jornada, Chaplin acaba con un “tic” en los brazos, de apretar tornillos; y cómo inventan una máquina “revolucionaria”, la máquina de alimentar, que como su nombre indica sirve para dar de comer a los empleados, y así evitar que pierdan tiempo en ello.
Esto, en la mayoría de los casos, deprimiría moralmente a los trabajadores, llevándolos incluso a la locura, como se observa también en la película cuando ingresan a Chaplin en el hospital por sus problemas mentales derivados del trabajo. Debido principalmente al estrés.
· Hechos muy característicos de la época son las constantes huelgas de trabajadores, que también se ven reflejadas en la película, de manera irónica, ya que sin quererlo, nombran a Charlot el jefe de la cabecilla de una manifestación, y lo detienen.
· Otro hecho destacable es que un preso prefería quedarse en la cárcel, para no tener que preocuparse por subsistir, ya que tenía comida y alojamiento gratis.
Y un largo etcétera del uso de la ironía, nos hacen sentir en primera persona el caos social que reinaba en aquella época.
El humor es otro de los puntos fuertes de este personaje, que sirve para “aliviar” y suavizar los acontecimientos que van ocurriendo.
La combinación de humor e ironía, nos permiten disfrutar de una película, que no deja de ser un espejo de la de la gran depresión de 1929 que ni mucho menos era agradable, y a la vez conocer y sentir cómo se vivía entonces.